GEOTERMIA
La geotermia de baja temperatura es un sistema de energía renovable basado en la utilización del calor del interior de la tierra como fuente de energía. Mediante las sondas de captación geotérmicas, por las que circula un fluido calo portador, conseguimos aumentar la eficiencia del sistema.
El funcionamiento de la bomba de calor geotérmica es comparable al de un refrigerador o al de un sistema de climatización corriente. Al llegar el calor a la bomba se aumentará mediante un proceso de compresión. Con el calor obtenido podremos calentar agua que se almacenará en acumuladores para posteriormente usarla en la producción de agua caliente sanitaria y calefacción mediante suelo radiante, fan-coils o radiadores.
La ventaja que presenta este sistema respecto a una bomba de calor convencional, aire-agua, es que al ser constante la temperatura del terreno a lo largo del año, podemos extraer o ceder mas calor. Con el consiguiente descenso de consumo eléctrico del compresor haciendo así que aumente el rendimiento de la instalación.
Las instalaciones geotérmicas tienen un COP (rendimiento) aproximado en torno al 4.5, es decir por cada 1 kw eléctrico consumido se generan 4.5 kw térmicos, pero dependerá de la bomba de calor geotérmica.
Las instalaciones de geotermia de baja temperatura se dividen en dos, dependiendo de la colocación de las sondas, de captación vertical y de captación horizontal.
Los equipos geotérmicos están compuestos principalmente una bomba de calor y un depósito de acumulación. Ambos elementos se suelen colocar en una pequeña sala de maquinas, pudiendo colocarse en cualquier sitio de la vivienda.
Supongamos una vivienda unifamiliar aislada de dos plantas, situada en la costa Cantábrica, con una superficie aproximada de 250 m2, en la que vivan 4 personas. La construcción es posterior a 1990 y el sistema de calefacción es por radiadores.
A continuación mediante una grafica se muestran los consumos de la instalación en € y las emisiones de CO2 en Kg/año de energía primaria.